NOCTURNO
Por Melina
Chavarría
Mutis, las sombras
juegan a las damas chinas con la luna.
Paredes se sofocan
entre sí para ver quién logra ser la primera en revelar [los
secretos del día.
Las ventanas
sollozan el bezo flemático del viento.
La madera
artrítica y la cañería no dejan de toser.
En cada calle
una luciérnaga se prostituye.
Esquina y orilla,
tejen con ganchos cementados.
El eco grita
en lenguas y los perros refutan.
Algunas noches,
hay manos que son alas para la piedra que siempre quiso ser [pájaro.
Lo
inamovible adquiere savia en un abrir de luna y cerrar de sol.
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