El ojo gármico


Adán Echeverría



Detrás de la inconciencia

Ha sido un nublarse cotidiano
difícil este extrañar y no hay remedio
viento removiendo las cenizas del continuo espinarse
No es revolución       es un lugar común el abandono
creernos vencedores y ser derrotados.

¿Cómo sobrevivir a los pudores inciertos?
inventar nuevas imágenes de la muerte
inventar la novedad primigenia de los tactos
Te quedas con mi voz y yo en silencio

En oculta sombra me has depositado
aprenderé el tic tac de los relojes para volverme tedio
espera de ilusiones y espejo de intransigencias

Hoy no me puedo mirar en la quietud de tu inconsciente
hoy me siento charco y todos
caminan a mi alrededor para no enfangarse
estás acá
en el corazón
y no me estalla la dicha

Un llanto sordo que no me deja respirar
es tu luz
y quiero devorarte   ver de nuevo tus enigmas creciendo
siempre creciendo
para dolerte igual esta nostalgia

Quizá nunca nos pertenecimos como pensamos
quizá tu desconfianza soltó al aire sus furias
y es el verso el único rescoldo
lo que nos salva del ensimismamiento y el suicidio

Yo y tú atravesando las montañas
tú y yo en una gramática inventada que nada cuenta
Eres y soy esa voluntad de los eclipses
estás y no estás en esta ciudad que desespera
Intento seguirte y son muchas las cadenas de mi olvido
de sentirme sucio por las penas que circundan mi cardumen

Nos debemos tantos mitos inventados
en la aurora
Nos debemos el caer en la cascada
de la indiferencia
Para qué el olvido si eres karma y nube que se llueve
llovizna en la ciudad a la que no le pertenezco
que no llama como emperador     ni en su conquista
y tú te armas de las coplas y las voces sobrehumanas
que habitan los túneles

No existe abismo mas que mi profundidad de sueño
Eres fuerte eres espada
un hueso que camina   un ojo gármico
apenas dibujado en la ceniza

Millones de clavos caen sobre tus remordimientos
en círculo  siempre en círculo limpiaré esas lágrimas
Voy a encerrarme en la página blanca
el único rincón en que puedo purgarme de tu nombre


Amarillando los rezos
Es una arena
una polución infame
monitoreante paquidermo
decantado silencio
paludismo e histeria
reflexivo y convexo
todo un catarro abismal de penumbra
tu cuerpo marrón
tu cuerpo grito
suburbio
trueno
fijación del agua
maduración del hipocampo
el hipocondrio
la hipótesis perfecta
la caída sucia
la manzana impuesta
el ardor encomiable
esas várices terrosas
                ahí habito
dentro de tu manto candoroso
dentro de tus higos
colgado de tus traumas
               vigilante
               victimante
               victorioso suicida
empedernido
empotrado
damnificado en tu ausencia.
                Ya no habito
en la cordillera lunar que te propones
que te sitúa adentro de los robles
en el ecuador de la calumnia
ahí
encimada
reconocida
avientrelazada
maniqueísta
silenciadora
paraguafista
reveladora
todo un ser aindiado de comercio
de ser profetizante raciocinio
mira mis manos
        tómalas
corróelas
correlaciónalas
contemporalízalas
pandemonizáralas.

Entigrecido me habito
como un hábito lunar ecuestre
en que sacias mi flexible y coaccionante caricia
a tus témpanos
a todos tus tuétanos
a tus tótemes
tus tertulias
tus telurias
a tus tétricas serpientes de espinazo
yo que te amo amarillando
amarillante amor de amo y guerrillero
amarillando los rezos en que me brotas
terroritista
en que me sacias
me precipitas
así
amarillantes ojos
amarillados dientes
                              toda tú
en el amarillo de la aurora
me recibes.



Lombriz lombriz lombriz
Nos hemos enterrado los ojos en el bosque
Nos hemos decidido andar en andrajos
Nada nos deja la negación de los primeros versos
No hay madeja ni unicornio empedernido donde asentarnos la cabeza

Vamos arrastrados por el carro de la ciencia
En esta sinrazón de los sentidos todo látex
Hoy las clonaciones no despiertan amistades
Enfriamientos y tsunamis besándonos el polvo

Ven a morir conmigo lanza lanza pantera blanca
Ven a morir a veces en el sueño de la contradanza
Ven a comer los ojos de aquellos telescopios incipientes
Ven a mojar de orines todos los continentes

Nos hemos arredrado sombra
Nos hemos   viciosos   dado
Nos hemos desequilibrio en el estante de cordura
Ya no nos quema el ajo de esta somnolencia
Pasarán los motores todos en frontera de espinas

Levántame los muros levántame las piernas
Quiero mirar tus dientes caerse de mercurio
Todas las lámparas todas las toallas sanitarias
En el residuo cósmico de ya no acariciarte

Vámonos sonriendo hasta cruzar caminos
El polvo del oriente sea solo silueta
El polvo de la máquina que parió nuestro futuro
Yo no estuve ahí
Yo les he escupido
Aquella noche en el agua me cercené la honra
Tiré mi catalejo y disolví la cruz resplandeciente

Hay unos niños cansados que nunca olvidaron mi nombre
Hay unos pequeños saurios sangrando su equilibrio
Acá estás
En este recorrer la mina
En este descubrirte el verso sembrado de horizontes

Acá estás
Diturna
Impráctica equinoccia relamiendo camas

No creas   me he perdido este lodo inocente
Donde caen edificios personas flotando en el aire
Todas las ventanas plomo todas las muertes
Un cielo de aeroplanos y blanca luz de los genomas

Ya no hay flores limpias ni colores transparentes
Acá estoy
        Me habito
               Me has visto impaciente
Royendo las maderas del pensamiento urgido
No a los cristianomitas ni a los islamos de occidente
Que tiran las conciencias como parásitos pedantes
                                                                   No hay más
Tú y yo en el árbol tranquilo del oleaje
Tú y yo en el camino absurdo de no pagar rituales
Somos condescendientes a esta polución infame

El lodo la caricia y la lombriz simiente
El lodo el alma viva y la solución de siempre
Sólo el disparo queda  el aullido y la sonrisa equidistante
Ya no hay habitaciones donde cuadrar el cuerpo
El lodo el lodo y la lombriz silente

Ven a morir conmigo en esta catacumba
Ven     sube las piernas hasta eclipsar el grito
Vente poderosa   dame tu negra carne
Blanca carne de caricias
Negra carne de velas
Blanca carne de contravoces que te han reconocido

Ven  súbete a la cima de mis evoluciones
Ven  súbete en la noche de mi círculo finito
Ven ya no hay campos marginales ni fronteras de silencios
Ya sólo somos dos
                              después del genocidio



Súplica
dame un doble
un doble de mí
quisiera amarte en tus terrenos de máscaras
enséñame a desarraigarme
como tú lo haces
dame tu hablante lírico
la muerte amor
dame soberanía
quisiera gobernarte
me han escalado tantas veces las tiranas furias
y tus tarántulas telúricas terrorizantes
me has escalado tanto la noche  amor
hasta devastarme la sombra
así me he quedado
satanizante
derruido
perdido en laberintos donde escucho tu nombre
tú    naturalmente bruja
me guías hacia la espada
hacia la cinta canela y los sobrenombres
¿quién soy?
¿qué cosa revuelta o remolino ardiente?
¿qué me ha vaciado el tiempo?
encima encima encima
                      todo es recorrerte
y no apareces
capas y capas de letras para desmenuzarte
capas y capas de nombres inventados
invertebrados
todos te llaman de forma diferente
¿quién eres?
voy silente a la distancia
arrebujado y peregrino de la luz
asesinado ya
muerto y putrefacto
no tienes idea del amor en esta colina de misterios
no sabes de la voz y la calumnia de esperarte
te pido agua
déjame inundarte venas
estar de rodillas
lavarte en lágrimas el entresijo
el pulmón del cáncer
lamerte
hasta que me perdones la noche del insulto
la noche invicta de faunos que me remedian
ahí están todos sobre mí
ahí los miro
están dialécticamente ensimismados
todos están ahí
los has convocado en tus olores
vienen a comerse rastros
rastrojos y pleamares que nos han despedazado
no te das cuenta
y preguntas qué angustia
el teléfono luego tu voz diminuta
y preguntas y dices
quédate con ellas
                           (¿con quiénes?)
tus máscaras
                      tus ideoramas
tus ileadramas sacros
                           (¿con quiénes me quedaré?)
tiremos un volado
el azar nos arrebuja la voz y los silencios universales
dime quién gobierna este universo de dualidades transparentes
te necesito hembra
te necesito lémur
te necesito fanerógama
dame dame golpes en los dientes
déjame a tu lado
amarrado a tus costillas
seré tu perro ennegrecido
de mordidas cintilantes y enfermeras
de caricias subrepticias y parduzcos cardos de la piel
jirones   girando va la luz
déjame el amor en una lata
ahí detrás de la pecera de la noche
en el armario que todo me lo guarda
desde mi aguerrido brazo hasta mi maquillaje de mago rutilante
mi paraguas de fiesta y mi martillo filosófico
                         filoso filoso
todo pasa en el descarnado tiempo de olvidarnos
tú que guardas la foto tras el vidrio
la foto de mi rostro putrefacto
la foto de mi tiempo de niño duende abismo
la voz de mi abismo equidistante en tu equilibrio
todas las manos me lo han reflexionado
todas las bocas
desde maría de la cruz hasta alejandra la grande
la de sonrisa abierta y el tatuaje en el vientre
quiéreme de cabeza  alejandra  alejandrita y el grito de tu arpa
toda tú     alejandría de cereza congelada
y días perdidos que se empecinan en crecernos vientre a vientre
paso a paso como las aves de rapiña
que dejan su huella en todos los desiertos
en todas las sombras que cruzan las planicies
ahí me has habitado y me has despedazado buitre
me has aniquilado con tu terroso cadmio
tu burbujeante nervio de peces tridimensionales
ahí quedaste ahogada
en una concha recogerán las perlas
las células soporíferas de todos los virajes
viajantes solitarios  hombres en las azoteas
dónde se ha quedado la marcha de los corazones
ahí
mi vida
mi preciosa catapulta
ahí nos quedamos amarrados en espera
que los faunos y las nínfulas nos reabran las heridas



Despacito se me seca la garganta
Mírame sangrando la nariz
la gusanera se ha abierto entre los ojos
Me estoy desgarrando las heridas
me estoy divirtiendo con la muerte
y tú
terrorífica diosa del aire
equidistante luna calamárida
anquilosada siempre sobre mis costras
me has bebido la nostalgia de los ojos

Toda tú   guarida eterna
déjame secar la magia de mi brazo
que no me han querido recibir entre los montes
ni detrás de las pirámides del canto
tus gemidos que caen silenciosos largos y constantes
y luego tú    terrorista de mis voluntades
tú   equidistante luna de mareas y dobleces
te sitúas siempre entre mis vértebras
a estallar para dentro las caricias

No me pude levantar de mi dolencia
de mi parduzca noche de sentirte centinela
                 espera espera espera
la vida nos regala frituras descarnadas al sentirte:
tus senos columpiándose en mis manos
tus muslos serenándome la lengua

He sido el maldito pordiosero de tu carne
el desvariado equinoccio que busca alumbrarte las pestañas
                                      No me cuatives diosa
               No me lastimes relámpago
toda tú    serás amanecer
cuerpo y boca en esquirlas de vidrio
resguardando la cicuta
                         fría     fría
la saliva cae entre mis labios
ciñéndome tu nombre hasta cubrirlo todo
el mundo y las poluciones de mi alma

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